Es terrible, recorro la ciudad, y lo único que veo son perros enfermos, flacos, con hambre. Me pregunto que puedo hacer con ellos, y se que por ahora no hay muchas cosas a mi alcance. Es terrible la impotencia que se siente. Por el momento, me tengo que conformar con tener bien a mis refugiados. Ellos son el pelado y negro, o ojitos...
El pela apareció por el barrio del negocio en febrero, era una sombra de un perro. No tenia ni un solo pelo (De ahí su nombre), ni tampoco fuerzas para caminar. Era extremadamente miedoso... y es entendible, ya que he visto como la mayoría de la gente los echa, los asusta, y hasta les pega por el simple hecho de que necesitan ayuda...
Bueno, la cosa es que después de muchos intentos, un día me pude acercar al pelado. No por que me tenía confianza, sino por que estaba tan débil que no podía huir. Estábamos a una cuadra del negocio, y como las fuerzas no le alcanzaban para caminar, lo tuve que llevar en brazos. cuando llegue a la puerta del local... y le pedí a mi abuela (gracias abue por bancarme y apoyarme) que me trajera un poco de comida, lo empecé a examinar... lo primero que me llamo la atención es que los brazos y la ropa me habían quedado con rastros de sangre, al buscar las heridas, me encontré con que la piel sin pelos de este animal, estaba rajada, agrietada, y no por que haya sufrido un accidente, sino por que la sarna le había secado tanto la piel, que esta se haba comenzado a abrir... las patas del pela!!! Estaban muy hinchadas, y la mirada que tenia, era indescriptible, con solo mirarme a los ojos, me explico su dolor, y el que sufren muchos como el.
Después de una doble ración de comida, unos cuantos tragos de agua, fui en busca de mi mejor amiga, la ivermectina (ella va conmigo a todos lados), dios! como costo que la aguja traspase la piel de ese perro, estaba dura, gruesa, y afiebrada.
Después de ese encuentro, el pela se fue, pero cada dos o tres días volvía en busca de su ración de comida y mimos, y cuando correspondía, de su inyección!
Así fue, que empezó a venir mas asiduamente, todos los días, después dos veces por día, después empezó a entrar al negocio! y a dormir bajo mi escritorio entre mis piernas.
Hoy, a pesar de que trate de conseguirle una familia a este perro (que habla! les juro que me habla!) mis intentos fueron inútiles. Hoy el pela ya no es el pela, es el casi-pela, duerme todo el día en el negocio, y a la noche, si es necesario y hace mucho frió, le armo una camita entre las cortinas y la vidriera para que no tenga frió (tiembla que parece una hoja). Esta constantemente en tratamiento, por que su sarna, no es una sarna cualquiera, es demodexia (auto inmune, no se le va ir nunca, pero puede mejorar mucho mas).
Hará cosa de dos meses, un día el pela, apareció con otro perro, negro, con una cara de bueno que te mata, y gordito…. Era su amigo! Es increíble, pero son muy amigos (cuantas cosas nos pueden enseñar los animales). El negro (también llamado ojitos), comenzó a venir todos los días también…. Y tuvimos otra boca para alimentar!. El la ternura echa perro, tiene unos ojos y una mirada, que refleja e irradia amor y tranquilidad. Y según le calcule, tiene unos 7 u 8 años.
El negro, venia todos los días, y se dormía en la puerta del negocio, mientras el pela entraba y se echaba largas siestas calentito. Pero pasaba algo muy loco, cuando venían, y el pela entraba, en vez de irse a dormir, pedía salir, por que su amigo desde afuera, se quedaba solo parado, esperándolo. Era muy chistoso, parecía que nos decía: Si el no entra, yo tampoco. Así que el negro empezó a entrar, y que rápido entro en confianza!!!!...
Hoy en día, en mi negocio desde la mañana hasta la noche hay dos perros refugiados, el pela y el negro. No se cansan de darme muestras de afecto y agradecimiento. En mis momentos de locura, en que las cuentas y los clientes me vuelven loca, los busco con mis ojos, y al verlos, felices, me cambia instantáneamente el humor. Ellos saben darme la calma que necesito en esos momentos, se suben en mi falda me llenan de besos y buscan mis manos que nunca se cansaran de acariciarlos.
Hoy yo les estoy tan agradecida a ellos como ellos a mí. Por que ellos me hacen sentir diariamente, que no me despierto en vano, que a pesar de que no puedo hacer algo con todos los que pasan por su misma situación, al menos pongo mi granito de arena. Y se que en un futuro va a haber muchos pelas mas y muchos negros mas.
Todo esto no quita que me encantaría que tengan un hogar, pero mientras espero que llegue ese hogar, ellos son parte de mi, mi familia, mi trabajo y nunca lo van a dejar de ser.
Gracias pela y negro, y perdón a todos los pelas y negros, que no pude ayudar!
PD: soy horrible redactando ya lo se, pero es difícil transmitir emociones, brotan de manera espontánea y las plasmo como puedo!
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1 comentario:
ahhhhh, aparte de todo eso, les gusta pasear en carrito de bebe!!!
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